La historia que te contare ocurrió ya hace años en algún bosque en la comunidad de Galicia. Un hombre, de apenas 40 años de edad, iba con su moto por un sendero de ese bosque cuando, por alguna extraña razón, decidió adentrarse en él, lo inevitable pasó y la espesa oscuridad de la noche empezó a caer sobre la zona y la visibilidad cada vez era menor, hasta el punto de no poder distinguir el sendero. Incapaz de recordar el camino de regresó, empezó a dar vueltas y vueltas y siempre, al final, se encontraba en el mismo lugar, no avanzaba ni retrocedía.
La desesperación y el miedo se apoderaron de él, pero esto no era más que el principio ya que la llanta trasera de su moto se ponchó, todo parecía estar perdido.
¿Alguna vez has estado en un bosque de noche?, los incontables ruidos que parecen venir de la nada están presentes en todo momento, imagínate el miedo que debió surgir en esta persona que en este punto ya estaba muerto de frío, hambriento, cansado, y sobre todo aterrorizado, pero aun así emprendió el camino a pie. Debía llevar ya una media hora andando cuando por fin deslumbró algo no muy lejos de donde estaba, algo que le hizo recuperar la sonrisa.
Una vieja casa de madera, la luz dentro parecía decirle que su desesperación se había acabado. Él pensó "Hay gente dentro, me ayudarán" así que llamó a la puerta, las personas que le abrieron dudo que las haya olvidado y que las olvide en lo que le queda de vida. Una pareja de ancianos, de entre 65 o 70 años le atendieron muy amablemente. Les comentó todo lo que había sucedido, y ellos le invitaron a pasar la noche allí. Él accedió agradecido. La cena no resultó del todo de su agrado, la carne tenía un gusto que él nunca había probado, y el vino tres cuartas partes de lo mismo. Dando gracias a los amables ancianos pidió que le enseñaran sus aposentos, donde pasaría la noche. El anciano mientras lo acompañaba le dijo algo que jamás olvido "Es curioso ver como nuestros temores disminuyen cuando tenemos alguien con quién compartirlos, ¿no cree?, usted parecía muy asustado cuando apareció, pero poco a poco su miedo se fue desvaneciendo, supongo que escapar en la oscuridad debe volverle loco a uno, ¿quién sabe si el verdadero miedo se debe encontrar cuando creemos que estamos a salvo?, jejeje", el hombre en ese momento pensó "Desvaríos de ancianos".
Ya estaba durmiendo, debían ser altas horas de la madrugada, cuando un crujido le despertó, alguien estaba subiendo las escaleras muy despacio, demasiado despacio incluso para dos ancianos. Esa desconfianza hizo que el hombre se levantara y mirara por la mirilla de la puerta, lo que vio le puso los pelos de punta.
Aquel anciano amable, iba hacia su habitación con un hacha en la mano y unos ojos, una mirada que haría echar a temblar a cualquiera. Corriendo intentó desesperadamente huir, buscó sus zapatos debajo de su cama y notó algo líquido y viscoso en el suelo, se agachó, y según cuenta vio un cadáver y pegó un grito.
Cadaver de joven desaparecida de el 2004
Lo que hizo que los pasos del anciano aumentarán su velocidad. Desesperado, abrió la ventana en el mismo momento que el anciano abrió la puerta, y saltó por ella. Echó a correr por el bosque hasta que encontró su moto, y el camino de vuelta por el sendero. Cuando se miró el rostro por el retrovisor, parte de su pelo había encanecido, quizás por el miedo de aquella noche, la policía atrapo a los ancianos que por alguna razón no se dieron a la fuga después de tan grave error.